París (EuroEFE).- Los medios audiovisuales públicos de la Unión Europea deben tener garantías políticas y económicas «fuertes» para asegurar su independencia editorial, sostiene Reporteros Sin Fronteras (RSF) en un informe sobre la situación del sector.
El informe, publicado este lunes con motivo de la entrada en vigor de la nueva legislación europea en materia de libertad de prensa el 8 de agosto, se titula ‘Presiones sobre los medios públicos: un test decisivo para las democracias europeas’ y destaca a los medios de Irlanda, Dinamarca y Luxemburgo como los más independientes del poder político.
Más de la mitad de los ciudadanos europeos (55 %) creen que los medios de comunicación públicos de sus países sufren presiones fuertes de naturaleza política, asegura la organización, con sede en París.
Esas presiones son «extremas» en Hungría, Polonia y Malta, según sus ciudadanos, y «fuertes» en España, Grecia, Italia, República Checa, Eslovaquia, Estonia, Letonia, Chipre, Suiza, Bulgaria, Eslovenia, Austria, Croacia, Lituania, Finlandia y Reino Unido.
Para RSF, las entidades audiovisuales públicas de Europa se están «acercando peligrosamente» a los poderes ejecutivo y legislativo, que interfieren en los nombramientos directivos y la estructura de sus organigramas.
«El nombramiento de una persona afiliada directa o indirectamente a un partido político es muy peligroso para garantizar la independencia de los medios de comunicación públicos y para que estos sigan contribuyendo en su misión por el interés general», recalca a EFE Elena García, una portavoz de RSF.
Sobre España, el informe resalta los retrocesos durante el gobierno de Mariano Rajoy para facilitar la designación política de los miembros del Consejo de Administración de RTVE, tras aprobar un cambio que permitía esquivar que se hicieran con un apoyo parlamentario de dos tercios, una «mejora» instaurada en 2006 por el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
Las injerencias políticas llevaron a los trabajadores de RTVE a organizar protestas de «viernes negros» en 2018, recuerda RSF, que critica igualmente un decreto impulsado por el Gobierno del socialista Pedro Sánchez tras la pandemia.
Pese a sus compromisos iniciales para avanzar hacia un nombramiento por concurso, Sánchez retomó las designaciones por mayoría absoluta del Congreso, algo que según RSF es «contrario a sus compromisos y al espíritu» de la nueva norma de la UE.
La clave de la financiación
Este nuevo Reglamento Europeo sobre la Libertad de los Medios de Comunicación será plenamente aplicable desde el próximo 8 de agosto y exigirá a los Estados miembros que destinen fondos públicos «suficientes, estables y previsibles» a estas entidades.
Para ello, RSF considera que una dotación económica a través de una asignación en los Presupuestos Generales del Estado, como es el caso de España, Países Bajos, Bélgica o Rumanía, puede ser «peligroso» salvo que incorpore «medidas concretas» para asegurar su perdurabilidad y para proteger de posibles presiones políticas.
La confianza es preocupantemente baja en Hungría, donde solo un 23 % de los ciudadanos consideró en 2023 que las cadenas públicas de televisión eran una fuente fiable, así como en Polonia, donde en 2023 se consideraron medios poco fiables por parte del 38 % de la población.
A pesar de esta tendencia, los medios públicos de la UE siguen despertando más confianza entre los ciudadanos (69 %), y en Alemania, Rumanía e Irlanda su credibilidad se ha mantenido estable en el tiempo.
En España, la tasa de confianza en los medios de comunicación públicos ha aumentado del 43 % en 2022 al 53 % en 2024.
Ante esta situación, RSF propone una serie de doce recomendaciones, especialmente sobre financiación plurianual y con garantías de independencia.
También propone estudiar un sistema de financiación a nivel europeo basado en una tasa impuesta por los Estados miembros de la UE a las plataformas digitales.
Además, pide que los reguladores europeos desarrollen mecanismos comunes de garantía del pluralismo interno, así como la creación de responsables específicos encargados de salvaguardar la independencia y vigilar contra los conflictos de intereses.
El informe enumera problemas de presiones políticas en distintos países y detalla por ejemplo el proceso de toma de control de los medios públicos de Hungría desde la llegada al poder de Viktor Orbán en 2010 o las injerencias del Gobierno de Giorgia Meloni en la RAI italiana.
«A nivel europeo hemos visto la llegada al poder de líderes que amenazan la independencia de los medios de comunicación públicos (…) Estas derivas políticas amenazan la existencia e incluso la calidad de la información de los medios de comunicación públicos», alega García.
Crear un sistema audiovisual exterior europeo
Por otro lado, RSF propone la creación de un sistema europeo de radiodifusión exterior para luchar contra la desinformación y defender los valores democráticos a nivel internacional.
La iniciativa plantea la cooperación entre medios como France Médias Monde, Deutsche Welle o el Servicio Mundial de la BBC con los restos de la estadounidense Radio Free Europe/Radio Liberty.
El objetivo sería garantizar la difusión de información fiable y contrarrestar las campañas de desinformación promovidas por actores estatales como Rusia o China.
Según RSF, esta red podría recibir financiación dentro del presupuesto europeo destinado a defensa, dotado con 800.000 millones de euros, al considerar que la protección del espacio informativo constituye un componente esencial de la seguridad democrática en Europa.
La organización advierte de los riesgos que enfrentan estos medios públicos internacionales, como recortes presupuestarios, presiones políticas y bloqueos en países donde operan, especialmente en contextos de inestabilidad o conflicto.
Casos como la suspensión de la señal del canal televisivo France 24 en Níger ilustran las dificultades crecientes para garantizar el derecho a la información en determinadas regiones.
El objetivo de la propuesta es establecer una cooperación estructurada entre estos actores europeos del sector, que permita reforzar su presencia editorial en el exterior, compartir recursos multilingües y consolidar su independencia financiera frente a decisiones políticas nacionales de corto plazo.
Añade que esta red permitiría «la supervivencia» de las redacciones de Radio Free Europe/Radio Liberty, basadas sobre todo en Praga, tras «la funesta decisión» del Gobierno estadounidense de Donald Trump de desmantelar la agencia federal que financiaba esos medios (USAGM).
Eso pone en peligro la supervivencia de un medio que se ha destacado por su trabajo «ante el ascenso de los regímenes autoritarios en el mundo, las manipulaciones mediáticas masivas y las campañas de desinformación», subraya la propuesta.
RSF considera que una red de estas características contribuiría a asegurar el acceso a información libre, verificada y plural en zonas sensibles, y a consolidar el papel de Europa como garante de la libertad de prensa en el ámbito internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario