Mazón, de El Ventorro a la "paguita" mientras Feijóo aplaude
Ahora tendrá el objetivo de agotar la legislatura, porque si lo logra tendría derecho a 15 años de salario
Carlos Mazón se ríe de los valencianos. Mientras las familias de las 228 víctimas de la DANA siguen esperando justicia, mientras miles de damnificados se esfuerzan por reconstruir sus vidas, él ha conseguido lo que buscaba: su “paguita”. Su ansiada aspiración. El 13 de julio ha cumplido dos años al frente de la Generalitat Valenciana, lo suficiente para acceder al Consell Jurídic Consultiu y garantizarse un sueldo público de 75.000 euros anuales por el tiempo equivalente al que ha estado en el cargo, dos años. En plena crisis, con el dolor aún fresco, con su gestión bajo sospecha judicial, Mazón se aferra a su cargo por dinero. Y el Partido Popular, lejos de exigir responsabilidades, lo aplaude.
No hablamos de una figura menor ni de una anécdota política. Hablamos de un presidente autonómico que desapareció mientras una tragedia se cobraba vidas humanas. Un presidente que suprimió la Unidad Valenciana de Emergencias tachándola de “chiringuito” y que no activó a tiempo la alerta que podría haber evitado muertes. Un presidente cuya gestión ha sido descrita por una jueza como “gravísima inactividad con resultado mortal”. Y, a pesar de todo, ahí sigue: aferrado al poder, blindado por Feijóo, convertido en símbolo del cinismo político que el PP ha institucionalizado.
La ciudadanía no olvida. Lo ha dicho en las calles, no una vez ni dos, sino en ocho manifestaciones consecutivas. Y el próximo 29 de julio, cuando se cumplan nueve meses de aquella pesadilla, Catarroja volverá a alzar la voz con una novena protesta exigiendo lo que debería ser evidente: la dimisión de Mazón. Pero el problema no es solo Mazón. El problema es el Partido Popular, que lo ha convertido en protagonista estelar de su último Congreso Nacional, dándole un baño de multitudes mientras los familiares de las víctimas aún lloran en silencio.
¿Qué aplaudía exactamente el PP en IFEMA cuando vitoreaba a Mazón? ¿Aplaudían la dejación de funciones? ¿La muerte de 228 personas? ¿El silencio y la falta de explicaciones? ¿La supresión de servicios de emergencia por razones ideológicas? ¿La cobardía de no dar la cara ni pedir perdón? Porque lo único que ha ofrecido Mazón en estos meses han sido excusas, mentiras y la obsesiva determinación de resistir para cobrar su “paguita”.
Por cierto, Mazón ha conseguido la “paguita”, pero ahora tendrá el objetivo de agotar la legislatura, porque si lo logra tendría derecho a 15 años de salario. La ley además le asegura en todo caso dos asesores, un local, un coche oficial y chófer vitalicios.
Por eso, mientras Mazón sonríe, Feijóo calla. O peor: lo bendice. Mazón fue recibido entre ovaciones y sonrisas en el Congreso del PP como si fuera un héroe. Como si no cargara a sus espaldas una de las mayores negligencias políticas de nuestra historia reciente. ¿De verdad este es el PP que quiere gobernar España? ¿De verdad alguien en su sano juicio puede confiar el futuro del país a un partido que premia con aplausos a quien ha demostrado una total indiferencia por la vida de sus conciudadanos?
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