viernes, 29 de julio de 2016

Arte rupestre del arco mediterráneo, un legado único en el mundo

El Museo de Cádiz acoge la muestra que resume las razones de su declaración por la Unesco como Patrimonio Mundial


ANA R.TENORIO. 

CÁDIZ. La importancia de la protección del arte rupestre como manifestación en la que se encierran las claves de una etapa decisiva en la evolución del ser humano -con muchos enigmas aún por descifrar- es el objetivo fundamental de la exposición que desde ayer acoge el Museo de Cádiz, fruto del proyecto que permitió la inclusión del 'Arte rupestre del arco mediterráneo de la península ibérica' en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco.

El director general de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Julián Martínez García, y la delegada provincial, Bibiana Aído, así lo resaltaban en la presentación de la muestra, a la que también asistió la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, cuya presencia en el acto ambos agradecieron.

La exposición resume en 18 paneles el proyecto de investigación e inventario de 757 yacimientos de pinturas rupestres localizados en seis comunidades autónomas - Cataluña, Andalucía, Murcia, Aragón, Castilla-La Mancha y Valencia presentado ante la Unesco, que supuso la última inscripción, en 1998, en la lista del patrimonio Mundial a favor de conjuntos con pinturas rupestres, bajo la denominación de 'Arte rupestre del arco mediterráneo en la península ibérica'.

Julián Martínez García explicó que "ya hacía tiempo que las pinturas rupestres de Altamira, las primeras que se conocen en todo el mundo, habían sido incluidas en esta lista, pero se planteaba un reto más difícil, que era la protección y difusión de una manifestación posterior del arte rupestre, que se produce seis o siete mil años después, pero que tiene una significación extraordinaria, ya que corresponde a la época de transición de estas comunidades prehistóricas de cazadores y recolectores hacia la agricultura y el sedentarismo".

El hilo conductor de este conjunto de pinturas es el arte rupestre levantino que se manifiesta en los yacimientos de este arco mediterráneo, cuya exclusividad, como manifestación cultural única en el mundo, constituye uno de los motivos fundamentales de su inclusión en la lista del Patrimonio Mundial por la Unesco. En este arco, desde Cataluña hasta el extremo oriental de Andalucía -Almería, Granada y Jaén- se conservan un elevado número de yacimientos arqueológicos que guardan un importante legado de los pobladores de esa zona desde el paleolítico superior a la protohistoria.

Pero su especificidad, en el contexto del arte rupestre mundial, viene marcada por la existencia del arte rupestre levantino, una manifestación cultural única, representativa de una sociedad prehistórica postpaleolítica. Las características más destacadas de este arte son su localización en abrigos abiertos al aire y el estilo naturalista de sus representaciones, que tienen como rasgo esencial la reproducción de escenas. En ellas hombres y animales forman composiciones de temática variada: caza, recolección, lucha, y, en menor medida, agrícolas y ganaderas.

En general, se trata de representaciones de tamaño pequeño y mediano, realizadas en tintas planas y contorneadas, y con el empleo de una gama de colores en la que predomina el rojo con diversos matices y, en menor grado, el blanco y el amarillo. Este arte rupestre levantino convive con otros tipos de pinturas no naturalistas- el arte esquemático y macroesquemático- y en muchos casos las diferentes manifestaciones comparten paisaje y los mismos abrigos.

Los 18 paneles que integran la exposición recogen algunas de las manifestaciones más destacadas de estos 757 yacimientos, cuyo arco cronológico abarca desde el sexto a tercer milenio antes de Cristo. En ellos pueden contemplarse junto a textos explicativos, las fotografías de las pinturas, los calcos de las mismas que permiten apreciar la definición de su dibujo, así como la imagen del espacio natural en el que se localizan las mismas.

Este elemento natural constituye otro de los motivos contemplados por la Unesco para la inclusión de estos yacimientos en la lista del Patrimonio Mundial, tal y como resaltaba ayer Julián Martínez: "Las imágenes de estos abrigos que podemos contemplar en esta exposición tienen el valor añadido de un ámbito natural que no ha sido transformado, lo que nos ofrece una visión virgen de una cultura profundamente imbricada y siempre relacionada con la naturaleza. Todos estos lugares son también grandes obras de la naturaleza donde el hombre transitaba entre la realidad y la simbología".

Esta situación de las pinturas, en abrigos y cavidades abiertas al exterior, es también una de las razones de su gran vulnerabilidad, también considerada en la declaración de la Unesco para llamar la atención sobre su protección.

(Es ésta una información aparecida en la sección de Cultura del Diario de Cádiz de fecha 19 de septiembre de 2003) 

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