sábado, 28 de junio de 2025

Un y tú más, doméstico

 

Un y tú más, doméstico

¿Es la actual situación de presunta corrupción de miembros del PSOE de Pedro Sánchez comparable a aquella situación de corrupción de miembros del PSOE de Felipe González?

En 1977, después de las elecciones generales del mes de junio, quedó claro que la socialdemocracia, socialismo decíamos en aquel momento, estaba representada en España por el PSOE. Otros grupos socialistas que se habían presentado a esas elecciones desaparecieron prácticamente de la escena política o tuvieron que conformarse con un papel testimonial desde entonces. Por eso, poco tiempo después, el PSOE integró no solo a los restos de esos otros grupos sino a algunos miembros destacados del PCE.

Todo ello sirvió para que muchas personas nos inscribiéramos en ese momento en el partido que era la referencia del socialismo democrático en España, el PSOE. En mi caso, por ejemplo, la imagen, y manifestaciones, de sus líderes, Felipe González y Alfonso Guerra principalmente, fueron decisivas para pedir mi entrada en el partido.

¿Llegaremos a ver a Pedro Sánchez criticar al líder del PSOE de dentro de treinta años por los casos de corrupción de por entonces?

En principio, mi participación iba a consistir, solamente, en el pago de una cuota económica con la que colaborar con la actuación del partido. Pero, años más tarde, mi dedicación se amplió hasta mi participación en la política municipal, primero como vocal vecino y después, sucesivamente, como delegado de servicios, concejal y teniente de alcalde de mi ayuntamiento. Me siento, pues, partícipe, en esa medida, de la acción política del PSOE en aquellos momentos de culminación de la transición política.

Hasta 1991, que terminó mi carrera política en el Ayuntamiento de Madrid. Por simple coincidencia cronológica, en esos momentos empezaron, con la división que se produjo en el propio partido entre renovadores y guerristas, a conocerse episodios de corrupción que afectaron a varios ministros del gobierno socialista, a dirigentes de instituciones relevantes del Estado e, incluso, a dos vicepresidentes de gobierno que tuvieron que dimitir. El presidente González tuvo que soportar una campaña contra la corrupción del PSOE, en la que, él, llegó a ser acusado de ser la X del Gal, que le persiguió durante dos elecciones sucesivas, en 1993 y 1996, hasta que, al final, sufrió la famosa "dulce derrota" en esas segundas elecciones.

Por motivos de lealtad con mi partido, me solidarizo con él en aquella situación en la que valía todo, con evidencias, o sin ellas, con tal de acusar al PSOE de cualquier acto de corrupción, aunque no hubiera existido, no ya corrupción, sino ni siquiera el propio acto. Yo mismo me vi envuelto en una de esas acciones que no habían existido.

Por todo ello, me duele tener que preguntar: ¿Es la actual situación de presunta corrupción de miembros del PSOE de Pedro Sánchez comparable a aquella situación de corrupción de miembros del PSOE de Felipe González? ¿Son comparables la amnistía con la guerra sucia contra ETA, ambas acciones motivadas por el bien de la patria?, ¿Llegaremos a ver a Pedro Sánchez criticar al líder del PSOE de dentro de treinta años por los casos de corrupción de por entonces?


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