miércoles, 29 de septiembre de 2010

En la concentración de la HUELGA GENERAL

Al mediodía estaba anunciada una concentración en el día de la HUELGA GENERAL en la plaza de España, a las puertas de la Diputación que estaban cerradas a cal y canto a pesar de que, según me dijeron, la adhesión a la huelga en la Diputación había sido minoritaria. Y allí que estuve.
Tuve la oportunidad de encontrarme y saludar a compañeros de antiguas luchas sociales y sindicales, en el tiempo de dictadura por la democracia y en la democracia por mejorar las libertades personales y colectivas y por mejorar también las condiciones de vida de los trabajadores.
Tuve la oportunidad igualmente de intercambiar opiniones sobre los motivos de la huelga y especialmente la preocupación que sigue: ¿ Y ahora qué? ¿Rectificará el Gobierno? ¿Se aprestarán los agentes sociales y empresariales a negociar y convenir lo que aún queda? Lo que que está claro ¡y que se enteren! si la situación sigue así: un 20% de desempleo; más de un 30% de jóvenes sin perspectivas de encontrar un trabajo y sólo con el horizonte de la precaridad, etc. ... los políticos y los sindicalistas serán
aún más rechazados por la opinión pública.


Al volver a casa escuchaba un programa radiofónico local con intervención de los oyentes. Todos los intervinientes sólo con una excepción, de una u otra forma, hablaron mal y en contra de los Sindicatos y de los sindicalistas, de la Huelga General, de las coacciones, de los piquetes, ...

¿Quién entiende esto? Aquí, en la sociedad española está pasando algo y algo grave.

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