El fraude tributario en los ingresos que se obtiene por el alquiler de viviendas sigue al alza y no existe fórmula capaz de atajar esta lacra, dado que sólo se declaran 907.000 alquileres sobre un total de 1.791.475 viviendas en alquiler (Datos del Ministerio de Vivienda a 2006). Se puede estimar que el 50% de los ingresos que se obtienen por alquileres de vivienda permanecen opacos para Hacienda, suponiendo un parque estable de viviendas alquiladas desde el 2006, extremo que es mucho suponer.
Según los datos del IRPF 2008, 907.000 arrendadores aplicaron la deducción por el alquiler de vivienda habitual (cuadro superior). Esta deducción la pueden aplicar todos los arrendadores, de manera independiente a su nivel de renta y tipo de inquilino. La conclusión es que por más que se haya modificado la deducción por alquiler para los arrendadores, se sigue prefiriendo el dinero negro a pasar por la caja de Hacienda y 800.000 viviendas alquiladas en negro son demasiadas.
Los métodos de control que se pueden poner en marcha son variados, pero ninguno es realmente efectivo realmente. En el año 2004, se declararon 569.000 alquileres de vivienda en el IRPF por parte de los arrendadores y aunque se haya crecido un 60% en el número de propietarios que aplican esta deducción hasta el 2008, Hacienda sigue mirando hacia otro lado con este fraude.
Desde el 2007, es obligatorio consignar la referencia catastral de los inmuebles en el IRPF, además del control del suministro eléctrico a viviendas puesto en marcha este año, aunque el sistema más efectivo para aflorar todos los arrendamientos sería ampliar la actual deducción por alquiler en vivienda habitual a todos los arrendatarios.
Esta deducción está limitada a bases imponibles de 24.000 euros, siendo regresiva también. Tal y como podemos apreciar en el cuadro adjunto, sólo 502.000 arrendatarios se favorecen de esta deducción.
Si todos los arrendatarios tuvieran la opción de deducibilidad de los gastos de alquiler, el crecimiento de arrendadores que se verían obligados a declarar estos ingresos aumentaría sustancialmente. Por ejemplo, en 2008, el aumento de alquileres declarados ha crecido un 17%, coincidiendo con la entrada de esta deducción y 63.166 beneficiarios de la Renta Básica de Enmancipación durante el 2008, mecanismo que controla mucho más las viviendas alquiladas.
El alquiler en negro es una lacra que se puede erradicar, sólo hace falta voluntad por parte de Hacienda de apretar más las tuercas, pero claro, 800.000 defraudadores son muchos y las medidas que no están aceptadas a nivel económico tienen repercusiones políticas ¿Quién le pondrá el cascabel a este gato?
Según los datos del IRPF 2008, 907.000 arrendadores aplicaron la deducción por el alquiler de vivienda habitual (cuadro superior). Esta deducción la pueden aplicar todos los arrendadores, de manera independiente a su nivel de renta y tipo de inquilino. La conclusión es que por más que se haya modificado la deducción por alquiler para los arrendadores, se sigue prefiriendo el dinero negro a pasar por la caja de Hacienda y 800.000 viviendas alquiladas en negro son demasiadas.
Los métodos de control que se pueden poner en marcha son variados, pero ninguno es realmente efectivo realmente. En el año 2004, se declararon 569.000 alquileres de vivienda en el IRPF por parte de los arrendadores y aunque se haya crecido un 60% en el número de propietarios que aplican esta deducción hasta el 2008, Hacienda sigue mirando hacia otro lado con este fraude.
Desde el 2007, es obligatorio consignar la referencia catastral de los inmuebles en el IRPF, además del control del suministro eléctrico a viviendas puesto en marcha este año, aunque el sistema más efectivo para aflorar todos los arrendamientos sería ampliar la actual deducción por alquiler en vivienda habitual a todos los arrendatarios.
Esta deducción está limitada a bases imponibles de 24.000 euros, siendo regresiva también. Tal y como podemos apreciar en el cuadro adjunto, sólo 502.000 arrendatarios se favorecen de esta deducción.
Si todos los arrendatarios tuvieran la opción de deducibilidad de los gastos de alquiler, el crecimiento de arrendadores que se verían obligados a declarar estos ingresos aumentaría sustancialmente. Por ejemplo, en 2008, el aumento de alquileres declarados ha crecido un 17%, coincidiendo con la entrada de esta deducción y 63.166 beneficiarios de la Renta Básica de Enmancipación durante el 2008, mecanismo que controla mucho más las viviendas alquiladas.
El alquiler en negro es una lacra que se puede erradicar, sólo hace falta voluntad por parte de Hacienda de apretar más las tuercas, pero claro, 800.000 defraudadores son muchos y las medidas que no están aceptadas a nivel económico tienen repercusiones políticas ¿Quién le pondrá el cascabel a este gato?
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