miércoles, 17 de marzo de 2010

Una verdad incómoda por CARLOS MORILLO

Una verdad incómoda

15.03.10 - 00:31 -

De verdad nos molestamos porque un periódico extranjero nos retrate tal y como queremos ser retratados? Que el artículo del 'New York Times' no gustara por vincular directamente la diversión del Carnaval con las altas tasas de desempleo es la clave del asunto. Le pregunto al lector de 'La Cerbatana' ¿No es cierto que somos la ciudad que sonríe, si aquí todo el año es Carnaval, si tenemos más arte que nadie, si ganamos cualquier concurso de chistes que se nos ponga por delante, si nos reclaman en todos los realities de TV, etc, y, con este panorama, somos los más parados de Europa? Mi preocupación desde el dichoso artículo del 'NYT' es si esto último es consecuencia de lo anterior, si cuanto más Carnaval más desempleo o si el futuro del trabajo en Cádiz está en la industria del Carnaval.
Hay que saber que no siempre fue así. Por el siglo XVIII nuestra Cádiz era la ciudad del comercio por antonomasia. Con el traslado en 1717 de la Casa de Contratación de Indias de Sevilla a Cádiz, el puerto de la Tacita era de los más importantes del mundo. Debido a la falta de campo en nuestra ciudad no había rémoras improductivas con títulos nobiliarios, ni chulos a caballo, sino arriesgados hombres de negocios que se jugaban su dinero en cada ruta hacia las Américas, que esperaban impacientes desde sus torres miradores a que llegara su dinero en forma de bienes de consumo.
Por supuesto, el panorama cambió con el paso de los años. El siglo XX en Cádiz se ha caracterizado por el sector naval y, últimamente, mucho funcionariado del Estado, Junta, Diputación y Ayuntamiento. Es posible que vayamos camino de convertirnos en el 'Silicon Valley del cachondeo'.

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