La esclavitud ni está lejos ni es pasado: cómo Europa aún fuerza a trabajar a las personas
La ONU ha conmemorado el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud, con datos que revelan un empeoramiento de la situación mundial: hay 28 millones de sometidos, a los que se saca un beneficio de 236.000 millones. Todo un negocio.
La palabra esclavitud suena distante y a pasado, pero encierra una realidad cercana en espacio y en tiempo. Ante el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud, las Naciones Unidas recuerdan la desoladora realidad del trabajo forzoso en el mundo, que también persiste en esta Europa que va de inmaculada, pero no. Un problema que no deja de crecer, llenando los bolsillos de quienes trafican con la dignidad y el esfuerzo de los demás, también con sus sueños de lograr una vida mejor para sí mismos y para sus familias.
Según el informe Ganancias y pobreza: Aspectos económicos del trabajo forzoso, elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con datos referidos a 2021 como más recientes, había en ese momebto 27,6 millones de personas en situación de trabajo forzoso en un día cualquiera. Esta cifra se traduce en 3,5 de cada mil personas en el mundo. Entre 2016 y 2021, el número aumentó en 2,7 millones. A esto se suma que hay 138 millones de niños que no deberían estar trabajando pero lo hacen. "Esta progresión mundial obedeció al aumento del número de personas en situación de trabajo forzoso impuesto por actores privados", señala el dossier.

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