1. Debe durar doce meses o, al menos, un curso escolar. Si dura un poco menos o un poco más, es difícil contarlo. "Me he tomado un trimestre sabático" suena francamente extraño.
2. Lo que se hace durante ese tiempo debe estar bajo el signo de la inutilidad. Su puede, por ejemplo, escribir, pero si se lleva a cabo un proyecto, ya no es tan sabático.
3 No queda claro si su exitencia es un planteamiento o una resolución: es difícil determinar si sabe que un año es sabático antes o después de vivirlo. Casi imposibre saberlo mientras se vive.
4. En ese tiempo, el sujeto que lo disfrute deberá responder, casi semanalmente y a distintas personas, preguntar acerca de su economía. "Pero ¿y de qué vives, si puede saberse?", suele ser la habitual. La respuesta más efectiva es: "Del aire".
5 Sus principios activos activos funcionan menor fuera de contexto, por eso va asociado a un cambio de residencia tempora. Sirve para esto loa casa del pueblo o una habitación en otro país. Mucho mejor si a este destino no se puede acceder por tierra.
6 Sa da en soledad o unidades mínimas de relación (en pareja, por ejemplo).
7 Produce contrariedades: se piensa un poco más, desaparecen las excusas para no hacer lo que una no quiere hacer (a cambio; aprende a decir no), se familiariza con los horizontes de fin de fiesta y se vive con la espada de Damocles como el péndulo que da la hora sobre la propia cabeza.
8 Produce beneficios: se resuelven cosas pendientes (nunca laborales, véase punto 2), se ve con más claridad, la respiración termina por llegar al diafragma sin esfuerzo y lavar los platos no es un sacrificio, sino la oportunidad de aprender qué verdas física mueve las burbujas o quién y cuando inventó el estropajo. Se aprende a pasear con prisa.Se ven otos antiguas como en la infancia y una se pregunta quien fue de verdad toda esa gente.
9. No se vuelve igual a la vida de antes. Por supuesto, nadie es la misma persona dos días diferentes, pero tras esa experiencia la agenda es un ente más ajeno, viscoso, sin sentido-
10.Un año sabático es lo contrario de un año entre rejas, lo opuesto a una condena. De este modo, la reinserción es esencialmente una pérdida de libertad.
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Se pueden ver las críticas a esta novela de Azahara Alonso en https://www.siruela.com/catalogo.php?id_libro=4683
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