Es Cuenca un ciudad con un Casco Antiguo medieval lleno de arte que se respira en cada rincón de sus retorcidas callejuelas, y las muchas escalinatas que se asoman con valentía a las hoces de los ríos Huécar y Júcar. Nos podemos encontrar desde un artista callejero que está pintando un paisaje abstraído por la magia de paisaje, hasta una exposición improvisada de cuadros pintados, que aparecen ante nuestros ojos a modo de minimercadillo espontáneo en alguno de los miradores de la parte vieja;puedes ir paseando con unos amigos y encontrarte con una caja solitaria de tentadoras pinturas, sin ningún ser humano alrededor y con un cartel que informa del precio e invita a dejar el dinero ahí mismo a cambio de una de las obras de arte firmadas por el artista que más tarde se pasará a recoger la recaudación. Pero lo verdaderamente importante es la calidad de los museos de objetos encontrados entre otras muchísimas obras de arte, como la Fundac...
“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”. Miguel de Cervantes.