La lucha contra la economía sumergida es una de las asignaturas pendientes de España, ya que casi una cuarta parte de la riqueza del país está fuera del circuito reglamentario.
Diversos informes del Banco Mundial, la OCDE y la Comisión Europea situan entre el 23% y el 25% del PIB el alcance de la economía sumergida en España, frente al 10%-12% que tienen de media los países de la UE.
Dicho de otro modo, casi uno de cada cuatro euros no son declarados, una proporción que también se cumplía en el empleo, ya que casi uno de cada cuatro parados, en realidad, eran empleados en la economía sumergida.
Sin embargo, la crisis también ha hecho mella en esta bolsa de falso desempleo, donde también hay menos cotizantes que antes de empezar la crisis, cerca de medio millón menos. Unos sencillos cálculos permiten comprobar como el paro sumergido también atraviesa momementos críticos.
Hace dos años, en 2009, la diferencia entre los 18,87 millones de parados que arrojaba la Encuesta de Población Activa (EPA) suponían un millón de trabajadores más que los recogidos en los 17,81 millones de cotizantes a la Seguridad Social.
Si este misma resta se realiza con los 18,15 millones de trabajadores activos que dio la EPA del pasado septiembre (última oficial) y los 17,38 activos registrados del mismo mes, se comprueba como la bolsa de trabajadores sumergidos se ha recortado en 320.000 personas, hasta situarse en 680.000 habitantes, según este cálculo.
Otra fórmula que suele utilizarse para hablar de falsos parados, o trabajadores en negro, consiste en comparar la evolución de los cotizantes a la Seguridad Social y sumarle las bajas.
Así, entre septiembre de 2009 y 2011, el número de trabajadores registrados ha pasado de 17,81 a 17,38, lo que supone 430.000 cotizantes menos. Si a esta cifra se suman los 4,22 millones de bajas al sistema común, resulta una cifra de 4,52 millones de parados, 450.000 personas menos de los 4,97 millones que arroja la EPA.
En cambio, hace dos años, este mismo cálculo arrojaba algo más de un millón de diferencia, lo que significa que prácticamente la mitad de falsos parados ahora ha desaparecido.
¿Dónde están? Probablemente, en el paro real, al haber sido despedidos del mercado laboral de la economía sumergida. Allí también ha llegado la crisis.
Diversos informes del Banco Mundial, la OCDE y la Comisión Europea situan entre el 23% y el 25% del PIB el alcance de la economía sumergida en España, frente al 10%-12% que tienen de media los países de la UE.
Dicho de otro modo, casi uno de cada cuatro euros no son declarados, una proporción que también se cumplía en el empleo, ya que casi uno de cada cuatro parados, en realidad, eran empleados en la economía sumergida.
Sin embargo, la crisis también ha hecho mella en esta bolsa de falso desempleo, donde también hay menos cotizantes que antes de empezar la crisis, cerca de medio millón menos. Unos sencillos cálculos permiten comprobar como el paro sumergido también atraviesa momementos críticos.
Hace dos años, en 2009, la diferencia entre los 18,87 millones de parados que arrojaba la Encuesta de Población Activa (EPA) suponían un millón de trabajadores más que los recogidos en los 17,81 millones de cotizantes a la Seguridad Social.
Si este misma resta se realiza con los 18,15 millones de trabajadores activos que dio la EPA del pasado septiembre (última oficial) y los 17,38 activos registrados del mismo mes, se comprueba como la bolsa de trabajadores sumergidos se ha recortado en 320.000 personas, hasta situarse en 680.000 habitantes, según este cálculo.
Otra fórmula que suele utilizarse para hablar de falsos parados, o trabajadores en negro, consiste en comparar la evolución de los cotizantes a la Seguridad Social y sumarle las bajas.
Así, entre septiembre de 2009 y 2011, el número de trabajadores registrados ha pasado de 17,81 a 17,38, lo que supone 430.000 cotizantes menos. Si a esta cifra se suman los 4,22 millones de bajas al sistema común, resulta una cifra de 4,52 millones de parados, 450.000 personas menos de los 4,97 millones que arroja la EPA.
En cambio, hace dos años, este mismo cálculo arrojaba algo más de un millón de diferencia, lo que significa que prácticamente la mitad de falsos parados ahora ha desaparecido.
¿Dónde están? Probablemente, en el paro real, al haber sido despedidos del mercado laboral de la economía sumergida. Allí también ha llegado la crisis.
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