jueves, 16 de septiembre de 2010

La forja de un candidato/a

Joaquín Leguina escribe en El País un artículo de opinión sobre las elecciones primarias que se están desarrollando en el Partido Socialista de Madrid. (En Andalucía nos han secuestrado esta posibilidad y este derecho de participación en los asuntos públicos a través de los partidos políticos que exige y ampara la Constitución Española. Consultar entre otros los artículos 6, 9, 23). Titula el artículo como La forja de un líder.

Traigo este artículo a este blog porque Joaquín Leguina establece algunas consideraciones que son de aplicación a Cádiz, al PSOE de Cádiz.

"Si el Rey Felipe II -con bien ganada fama de autoritario- hubiera nombrado a un nuevo responsable militar cuando las armas españolas pasaban en Flandes por un mal trance, y poco tiempo después,cuando nuestras tropas comenzaban a recomponer allí su moral de victoria, el Rey hubiera cambiado de criterio, de caballo y de jefe militar en Flandes y lo hubiera hecho solo a impulsos de una sibila que se hiciera llamar Doña Encuesta, jamás hubiera pasado a la historia con el apelativo de Rey Prudente, sino como Felipe El Caprichoso." (¿Quién ha pasado en Cádiz, y en Andalucía, de "dirigente prudente" a "dirigente caprichoso".? Con mayor dosis de capricho para Cádiz. Pues mientras en Madrid la decisión "se basa" en una encuesta casera", aquí las encuestas, caseras o no, auguran los peores resultados)

Y termina así Leguina su artículo: "Pero no debemos engañarnos. Detrás de estas "primarias" madrileñas o bien hay una operación interna, mediante la cual los padres de la idea de jubilar a Tomás Gómez lo que pretenden es quedarse con la finca, o estamos ante algo más trascendente y duradero que afecta al partido en Madrid y a la política en general. Daré mi opinión a este respecto: los males que sufre el PSOE de Madrid no provienen ni solo ni principalmente de la pérdida continuada de elecciones ni de la reducción de los votos y las alcaldías. Esos hechos colaboran con el mal, como también colabora con él un cierto "apalancamiento" personal o de grupito que se observa en muchas agrupaciones socialistas, pero la causa primera de los males del PSM radica en la escasez, detectable hace tiempo, de trabajo y de ideas. Un tándem imprescindible para "hacer partido". Eso es lo relevante y no lo es la presencia mediática de quienes -dados sus cargos- tienen acceso al candelero (ese "candelero" en el cual se le reprochó a Tomás Gómez no estar. ¡Que lo hubiera nombrado ministro de Fomento y lo conocería todo el mundo!).

Si los socialistas queremos ganar alguna vez las elecciones (las del año que viene o las siguientes), es preciso escoger entre el trabajo duro y las ideas, por un lado, y el "milagro" mediático de última hora obtenido a base de fotos y eslóganes, por el otro.

Los líderes mediáticos nos invaden, es cierto, pero sus eslóganes e imágenes no sintetizan la realidad, sino que la simplifican y, como ya escribió Valéry, "lo que es simple siempre es falso". No se trata aquí de negar la utilidad que pueda tener como instrumento la publicidad, tan solo debe recordarse que es eso: un instrumento al servicio de la política. Pero la política no puede navegar sin rumbo propio, sometida a los vientos cambiantes de una opinión efímera y trivial ni reducir su discurso a eslóganes "ilusionantes" o a imágenes.

Ahí radica la diferencia entre la pirotecnia y la artillería, entre el curandero y el médico, entre el charlatán y el orador... entre un político mediático y otro de verdad. Y Tomás Gómez (de quien ya no podrán decir sus adversarios que no lo conoce nadie) pertenece al segundo grupo. Tiene madera de líder. Un líder que puede desarrollarse en muy poco tiempo, entre otras cosas porque ya está rodado en la mejor escuela: la alcaldía de una ciudad como Parla, cuya gestión ha sido brillante -los parleños lo han ratificado por tres veces con sus votos- y desde luego bastante más compleja y difícil que la que exige un Ministerio que apenas tiene competencias ejecutivas".

¡Ojo al parche para y en Cádiz!

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