El paso de dos Delegados Especiales del Estado en la Zona Franca de Cádiz, el inefable Rodríguez de Castro y el de su sucesor Miguel Osuna ha costado a las arcas públicas 48,5 millones de euros, según consta en las últimas auditorías del consorcio. Ése es el quebranto: 37,9 millones de euros en créditos y participaciones en la empresa Quality Food y 10,6 millones, correspondientes a Rilco. 48,5 millones que el actual delegado, el socialista José Mier, verá cómo aumenta por el pago de los intereses.
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A Rodríguez de Castro lo trajeron a Cádiz y a la Zona Franca, en el primer gobierno de Aznar, el todopoderoso e influente Ministro Rodrigo Rato a instancias de sus buenos amigos la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martíenez, y su esposo, que comparten negocios.
A pesar de esa pérdida ocasionada a los bolsillos de los contribuyentes nadie se responsabiliza. Por el contrario, siguen defendiendo la gestión de esos Delegados. ¡Como casi siempre en Partido Popular!
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