viernes, 6 de noviembre de 2009

El VANDALISMO en el ÁMBITO URBANO

Ha causado rabia, estupor, indignación que a los pocos días de haber sido inaugurado el espacio público "ENTRE CATEDRALES" ésta haya aparecido ya sucio, abandonado, "grafiteado". La mayor parte de los comentarios que me he encontrado en las conversaciones y en los medios de comunicación van en la línea de que se ha de utilizar mano dura y castigar a estos "gamberros".
He vuelto a mi archivo y me encuentro con la publicación que hizo allá por el mes de julio EL CENTRO DE ESTUDIOS ANDALUCES con el título de El vandalismo como fenómeno emergente en las grandes ciudades andaluzas

En la presentación del estudio se dice:

"El contexto del que parten los autores en el informe señala que el vandalismo emerge en las grandes ciudades andaluzas como contestación a un proceso de evidente mercantilización del espacio público. Los patrones de uso y disfrute del espacio público se han modificado y responden a una estructura productiva que sitúa a muchas ciudades andaluzas en el sector terciario, siendo el turismo su principal motor económico. La ciudad del centro, de los emblemas, de los espacios-estrella que se usan para su promoción se sitúa, precisamente, en la diana de los actos vandálicos."

"Como conclusiones principales, los autores señalan la difícil aprehensión del fenómeno del vandalismo debido a su enorme diversidad de manifestaciones y presentaciones, así como la ausencia de un discurso propio unificado. Se observa que los ataques al patrimonio público y privado, bajo una amplia gama de formas y en una pluralidad de espacios, muestran diversos lenguajes, respuestas y vivencias variopintas. La definición homogeneizadora y simplificadora por la que se apuesta desde diversas instancias políticas y mediáticas, que califica estas agresiones como “gamberrismo gratuito y sin sentido”, nos priva de un sutil “pulsímetro del descontento social” en nuestras ciudades. Descontento entendido en sentido amplio y complejo, en la medida en que la ciudad, por diversas razones, “se vuelve hostil a sus moradores, hasta el punto en el que estos elaboran un marco de relación con aquella en el que la violencia vandálica es uno de sus lenguajes”.

Ante esta nueva realidad, los investigadores consideran que “los males de nuestras ciudades no pueden resolverse en dos pinceladas”. Proponen, en cambio, la generación de espacios de diálogo sobre la ciudad y sus usos, más allá de acciones paternalistas. Espacios en los cuales, los jóvenes, protagonistas naturalizados de este tipo de actos, puedan ejercer de interlocutores en la sociedad y en las ciudades en la que viven"

La presentación completa del informe aquí.

El periódico Público informaba de la publicación de este estudio con un artículo que titulaba

La falta de espacio público alienta el vandalismo

Un estudio atribuye la violencia contra los bienes públicos a la exclusión de los jóvenes de las ciudades. Señala que muchos de sus puntos de encuentro se destinan al sector turístico

La Voz de Cádiz titulaba así su información:

Un informe presentado ayer en Sevilla afirma que las denuncias en la ciudad pasaron de cinco a 26 entre 2005 y 2007

Valgan estas líneas para ante este fenómeno tan complejo no nos quedemos en la adormidera de exigir de los poderes públicos más mano dura, más castigo. Habría que adoptar una estrategia más completa y más compleja que abarcase los distintos ángulos del fenómeno; una estrategia en la que participaran, en primer lugar, las Asociaciones de Jóvenes, las Asociaciones de Vecinos y otras con las autoridades públicas.

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