Anotop!: el nuevo grito de guerra de Feijóo
En la primera sesión de control desde la condena del fiscal general, Feijóo tropieza consigo mismo y
deja escapar la oportunidad que llevaba meses esperando. Los socialistas empiezan a pensar que
deben tener más miedo a Ábalos y Koldo que al líder del PP
Toda la semana con la sesión de control en mente. Esperando a ver cuál es la próxima noticia procedente de los juzgados que se puede utilizar para atacar al Gobierno. Con la vista puesta en las informaciones que sacan los medios, da igual que sean sólidas o llenas de agujeros. Adivinando con qué saldrá Pedro Sánchez para tener listo un contraataque rápido. Y pensando con qué golpe de humor o sarcasmo se puede cerrar la intervención y dejar al adversario noqueado en la lona.
La cuenta atrás del tiempo de intervención aprieta y puede ponerte nervioso. Ya se sabe que los políticos tienden a hablar demasiado. Cuentas con dos minutos y medio para dos intervenciones. Todo lo llevas escrito. Cerrar por todo lo alto exige tener tiempo para la frase final. Un orador torpe no es capaz de eliminar párrafos intermedios sobre la marcha para no pasarse de tiempo. Llega el momento cumbre. Te han preparado un broche final perfecto parodiando el nombre de una serie de televisión. No vas sobrado de tiempo, pero tampoco te va a faltar. Esto está hecho. Va a funcionar como un tiro. Con suerte, aparecerá en algunos titulares. Carlos Herrera la repetirá varias veces en la COPE. Todos elogiarán tu ingenio.
Alberto Núñez Feijóo va a dar el nombre de la serie de televisión que rodarán “sobre sus años de presidente”. A ver cómo sales de esta, PerroSanxe. Y el nombre de la serie es... (qué tensión, qué nervios): “¡Anotop!”.
¿Anotop? ¿Andor? ¿Anacardo? ¿Anafiláctico? ¿Un faraón egipcio? No, no hay que buscar una palabra similar para entender el error de Feijóo. Lo que tenía que decir era: “Anatomía de un farsante”. Le salió Anotop. Algún tornillo se aflojó. Las piernas flojearon. ¿Tan difícil era empezar con la palabra 'anatomía'? Cuando dio el nombre correcto, había acabado su tiempo y el micrófono estaba ya desconectado. Se sentó con un rictus tenso en la cara. Sus diputados le aplaudieron. La verdad es que le aplauden con ganas todo lo que dice. Es un público entregado, como el de los festivales de cine.!: el nuevo grito de guerra de Feijóo
En la primera sesión de control desde la condena del fiscal general, Feijóo tropieza consigo mismo y deja escapar la oportunidad que llevaba meses esperando. Los socialistas empiezan a pensar que deben tener más miedo a Ábalos y Koldo que al líder del PP
Toda la semana con la sesión de control en mente. Esperando a ver cuál es la próxima noticia procedente de los juzgados que se puede utilizar para atacar al Gobierno. Con la vista puesta en las informaciones que sacan los medios, da igual que sean sólidas o llenas de agujeros. Adivinando con qué saldrá Pedro Sánchez para tener listo un contraataque rápido. Y pensando con qué golpe de humor o sarcasmo se puede cerrar la intervención y dejar al adversario noqueado en la lona.
La cuenta atrás del tiempo de intervención aprieta y puede ponerte nervioso. Ya se sabe que los políticos tienden a hablar demasiado. Cuentas con dos minutos y medio para dos intervenciones. Todo lo llevas escrito. Cerrar por todo lo alto exige tener tiempo para la frase final. Un orador torpe no es capaz de eliminar párrafos intermedios sobre la marcha para no pasarse de tiempo. Llega el momento cumbre. Te han preparado un broche final perfecto parodiando el nombre de una serie de televisión. No vas sobrado de tiempo, pero tampoco te va a faltar. Esto está hecho. Va a funcionar como un tiro. Con suerte, aparecerá en algunos titulares. Carlos Herrera la repetirá varias veces en la COPE. Todos elogiarán tu ingenio.
Alberto Núñez Feijóo va a dar el nombre de la serie de televisión que rodarán “sobre sus años de presidente”. A ver cómo sales de esta, PerroSanxe. Y el nombre de la serie es... (qué tensión, qué nervios): “¡Anotop!”.
Feijóo abandona el Congreso después de la sesión de control y de hablar con un grupo de periodistas.
¿Anotop? ¿Andor? ¿Anacardo? ¿Anafiláctico? ¿Un faraón egipcio? No, no hay que buscar una palabra similar para entender el error de Feijóo. Lo que tenía que decir era: “Anatomía de un farsante”. Le salió Anotop. Algún tornillo se aflojó. Las piernas flojearon. ¿Tan difícil era empezar con la palabra 'anatomía'? Cuando dio el nombre correcto, había acabado su tiempo y el micrófono estaba ya desconectado. Se sentó con un rictus tenso en la cara. Sus diputados le aplaudieron. La verdad es que le aplauden con ganas todo lo que dice. Es un público entregado, como el de los festivales de cine.
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