El corazón de la dehesa de Los Pedroches: cultura ecológica y biodiversidad
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La Finca de las Hazas, en pleno corazón de la dehesa de Los Pedroches, es mucho más que una explotación ganadera. En sus 660 hectáreas conviven siglos de historia y un modelo de gestión ecológica que mira al futuro sin perder las raíces. La visita organizada por Ecovalia ha permitido a este periódico conocer de primera mano cómo el manejo sostenible del terreno ha transformado un antiguo bosque mediterráneo en un ecosistema productivo y equilibrado, donde el ganado convive en libertad con la naturaleza.
La dehesa, apuntaba Andrés Picón, responsable de la finca, es el resultado de siglos de manejo humano del bosque mediterráneo, adaptado a la ganadería extensiva. En el paisaje se alternan árboles centenarios -encinas y alcornoques- con pastos y forrajes que alimentan a las distintas especies que se crían en libertad: vacuno, ovino y cerdo ibérico. La combinación de pasto, sombra y suelo constituye un sistema que, además de generar alimentos, protege el territorio frente a incendios y desertificación, y actúa como un importante sumidero natural de carbono.
El estado de los animales en libertad
En Las Hazas, los animales viven los 365 días del año al aire libre, incluso en los días de lluvia o frío, buscando ellos mismos su refugio entre las encinas. Solo se recogen en momentos puntuales para controles sanitarios. Esta forma de cría garantiza bienestar animal y una alimentación libre de contaminantes, ya que no se utilizan fertilizantes químicos ni medicamentos preventivos. Cuando las condiciones climáticas lo exigen, se recurre a piensos ecológicos certificados, que complementan la alimentación natural de los animales.
La finca aplica, además, un sistema de rotación de parcelas que evita el desgaste del suelo y favorece la regeneración del pasto. En las últimas temporadas se han desarrollado proyectos de siembra de trébol subterráneo, una planta que aporta nitrógeno al terreno de manera natural y mejora la fertilidad del suelo.
También se han impulsado iniciativas de reforestación, ante la ausencia de árboles jóvenes, y la creación de setos naturales de medio kilómetro de longitud para favorecer la biodiversidad y recuperar especies del bosque mediterráneo.
El agua, elemento esencial para la sostenibilidad del sistema, se obtiene de pozos naturales que aprovechan antiguos acuíferos. Estudios geológicos han confirmado la existencia de manantiales históricos, lo que garantiza el suministro incluso en años de sequía, un desafío cada vez más frecuente en la comarca.
De Los Pedroches hasta Jaén
La ganadería extensiva ecológica de Las Hazas se complementa con una industria agroalimentaria que transforma y comercializa directamente los productos bajo certificación ecológica. El modelo cierra el círculo: desde la cría y el sacrificio hasta la elaboración y venta. En sus instalaciones en Jaén, la empresa produce carnes frescas y platos preparados de quinta gama ecológica, cocinados a baja temperatura y envasados al vacío, con una vida útil que supera los 200 días sin necesidad de conservantes.
Este sistema permite ofrecer productos con máxima trazabilidad, manteniendo el valor añadido en origen y evitando intermediarios. La venta directa, tanto en carnicerías como a través de su plataforma online, asegura que el beneficio repercuta en el territorio y contribuya al mantenimiento del medio rural.
En palabras de Andrés Picón, la clave está en diferenciarse a través de la autenticidad: ofrecer alimentos que realmente proceden del campo, sin recurrir a imágenes de “verde lavado” ni falsas etiquetas de naturalidad.




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