Ir al contenido principal

No puedo haber dolor más grande que el de esta madre ...

 

Gregorio, elegir entre el desplazamiento o la muerte.

Eso fue lo que tuvo que hacer S. (nos ha pedido que no demos su nombre) cuando huyó de su casa en el norte de Gaza para salvar a su familia.

Es enfermera y madre de un niño de dos años y una niña de siete meses.

Pero a finales de abrilel hambre se volvió insoportable y la muerte volvió a acecharles.

S. tuvo que dejar de comer para dar a sus hijos lo poco que conseguía. Pero entonces su cuerpo empezó a fallar: “Intentaba durante horas amamantar a mi bebé, pero la leche simplemente no salía”.

La fórmula infantil, escasa y a precios desorbitados, está fuera de su alcance. Como resultado, su hija de siete meses apenas pesa lo mismo que un bebé de cuatro.

Para el resto de la familia tampoco hay respiro. Cuando tienen algo para comer, se reduce a un plato compartido de lentejas o berenjenas con agua.

S. y su marido dejan de comer para priorizar a su hijo. Aun así, nos confiesa derrotada: “Mis hijos se duermen llorando de hambre”.

Hubo tres días en los que la cocina del campamento donde están dejó de repartir comida. S. solo pudo darles agua a sus criaturas y su hijodebilitadoapenas podía sostenerse en pie: “Caminaba y se caía”.

Después vino lo más duro de escuchar. Con la voz quebrada, nos dijo: “Siento que he fallado como madre; el hambre de tus hijos te hace sentir que eres una mala madre”.

Gregorio, sé que leer esto duele.

Duele porque es un horror que nadie debería vivir. Pero también porque muestra la verdad tal cual es: desgarradora, insoportable.

Israel lleva meses impidiendo la entrada de ayuda humanitaria, restringiendo el trabajo de las organizaciones, y utilizando el hambre como un arma de guerra.

No es un “daño colateral” de la ofensiva militar. Es una política deliberada y forma parte del genocidio contra el pueblo palestino.

Necesitamos que el mundo escuche, se indigne y exija justicia.

En Amnistía Internacional llevamos casi dos años documentando estos crímenes, denunciándolos ante la comunidad internacional y exigiendo que los responsables rindan cuentas.

Y lo hacemos gracias a miles de personas como túque no miran hacia otro lado.

Así que gracias por estar aquí y no callar, Gregorio.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Genocidio en Gaza

 

Una semana del incendio en la Mezquita de Córdoba

  Una semana del incendio en la Mezquita de Córdoba: del miedo a la reconstrucción, y a las críticas por la gestión La actuación de los bomberos esquivó una tragedia que ha desembocado en una reactivación del debate sobre la titularidad del monumento Una de las primeras imágenes del incendio de la Mezquita de Córdoba. Juan Velasco 14 de agosto de 2025   20:12 h 1 Durante unas horas solo las socias y los socios de elDiario.es pueden leer este artículo. Gracias por apoyarnos. Habían pasado apenas 10 minutos de las 21:00 del viernes 8 de agosto. Un intenso humo negro había comenzado a ser visible desde varios puntos de la Ribera y el Casco Histórico. Las calles no estaban vacías, pero el calor de agosto hacía imposible repetir la estampa de bullicio turístico que suele ofrecer este enclave histórico de Córdoba diez u once meses al año. Así que la prensa local -y este periódico fue el primero- tardó algunos minutos más de la cuenta en identificar que aquella humareda oscura proven...

Los dentistas a ... sanidad pública

  Lo dicen todos los informes, desde los que hace la Organización Mundial de la Salud hasta  los que elabora la patronal de la sanidad privada : salvo contadas intervenciones, si quieres ir al dentista en España te lo tienes que pagar. En un país que es modelo internacional por su sanidad pública, el dentista es un error 404 del sistema. Una grieta profunda que se está intentando cerrar desde hace tres años. El proceso va despacio, más de lo que pueden asumir muchos bolsillos. La primera que planteó la financiación de la salud bucodental, más allá de que te saquen una muela, fue la ministra socialista María Luisa Carcedo. La pandemia, sin embargo, retrasó los planes y hasta 2022 no empezó a transferirse dinero a las comunidades autónomas. Se ha llegado hasta aquí:  l os 1.500 dentistas de la sanidad públic a  –menos de un 4% del total de odontólogos colegiados en España– prestan una atención especial a las mujeres embarazadas, a los adultos con discapacidad intelectu...