Lo dicen todos los informes, desde los que hace la Organización Mundial de la Salud hasta los que elabora la patronal de la sanidad privada: salvo contadas intervenciones, si quieres ir al dentista en España te lo tienes que pagar. En un país que es modelo internacional por su sanidad pública, el dentista es un error 404 del sistema.
Una grieta profunda que se está intentando cerrar desde hace tres años. El proceso va despacio, más de lo que pueden asumir muchos bolsillos. La primera que planteó la financiación de la salud bucodental, más allá de que te saquen una muela, fue la ministra socialista María Luisa Carcedo. La pandemia, sin embargo, retrasó los planes y hasta 2022 no empezó a transferirse dinero a las comunidades autónomas.
Se ha llegado hasta aquí: los 1.500 dentistas de la sanidad pública –menos de un 4% del total de odontólogos colegiados en España– prestan una atención especial a las mujeres embarazadas, a los adultos con discapacidad intelectual, a los pacientes con cáncer de cabeza y cuello y a los niños y las niñas.
El Ministerio de Sanidad ha anunciado esta semana la incorporación de un nuevo colectivo clave: los mayores de 65 años. Son las personas que demandan más estos servicios. Sus dentaduras tienen más años. No solo necesitan revisiones, limpiezas o empastes; también prótesis, el proceso más caro –junto con la ortodoncia– de todos los que puede hacerte un dentista. Cada una de ellas tiene un coste superior a 1.000 euros.
¿Qué se hará con esos 68 millones? Aunque no se explicita en la nota de prensa del anuncio, la respuesta tras preguntar al Ministerio es que se cubrirán "revisiones" y "prevención", además de extracciones de muelas. Es un primer desembolso al que seguirán otros. Con este paso se crea un grupo nuevo de beneficiarios. Conforme al número, las comunidades tendrán más o menos dinero de fondos estatales. A este nuevo criterio está sujeto el 10% de lo que reciban a partir de ahora los gobiernos autonómicos.
"Empezamos, por primera vez, a impulsar la ampliación de la cartera de servicios en salud bucodental en la población mayor. Esperamos tener más noticias importantes a este respecto en el cuarto trimestre de este año", tuiteó el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla. Habrá que estar atentas al final de 2025. Es mejor no echar todavía las campanas al vuelo y esperar a ver cómo se materializa ese dinero en servicios.
De momento, la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA) ha recibido con alegría esta noticia, al mismo tiempo que avanza que la cosa se va a quedar muy corta si no se financian las prótesis. "Son fundamentales para mantener la autoestima, evitar el aislamiento social y garantizar funciones básicas como la alimentación y el habla”, recuerdan. "Negar este acceso perpetúa una forma de exclusión silenciosa", añaden. Hay comunidades, como Madrid, que ya ha empezado a cubrir los servicios de atención bucodental a las personas mayores con sus propios presupuestos. En este caso, han comenzado por los mayores de 80 años.
Un estudio reciente calculó que financiar el dentista a los mayores en todo el Estado costaría entre 517 y 853 millones de euros.
Te dejo en este link datos muy detallados de cuántos dentistas públicos hay en cada comunidad, un trabajo que hicimos hace un par de años; y un informe reciente de la Fundación IDIS –que aglutina a los hospitales privados– que nos pinta un poco la cara respecto a otros países europeos. El 98% de lo que cuesta el dentista sale del bolsillo de la gente, tres veces más que en el entorno comunitario.
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