jueves, 7 de mayo de 2015

El acueducto de Cádiz. Sacarlo del olvido
El pasado mes de abril han sido presentados los resultados del proyecto AQVA DVCTA, un proyecto financiado con Fondos Europeos de Desarrollo Regional a través de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural
Acueducto de Cádiz. Restos
Es desconocido para la mayor parte de los ciudadanos, gaditanos o no. Pocos saben que escondido bajo la tierra, oculto a escasos metros de profundidad, se halla el acueducto más largo de la Hispania romana. Una compleja infraestructura hidráulica de 82 kilómetros ideada para abastecer a Gades de agua que nace en los manantiales de Tempul, en la sierra de las Cabras del Municipio de San José del Valle, y recorre Arcos, la campiña de Jerez y llega hasta la actual ciudad de Cádiz.
Por su recorrido y por las técnicas constructivas empleadas representa una de las infraestructuras hidráulicas más relevantes de la Hispania romana. A lo largo de su trazado, el acueducto fue salvando diversos obstáculos geográficos, desde los relieves inestables formados por yesos del Trías, pronunciados cambios de pendientes y vaguadas, o espacios ocupados por marismas. Para salvar dichos obstáculos, en la construcción se emplearon diversas soluciones constructivas tales como: sifones invertidos, túneles o minas a más de 25 metros de profundidad, tuberías a presión, canales de agua rodada, puentes y arcadas, etc.
La diversidad de elementos constructivos que posee el acueducto lo convierten en uno de los más completos y complejos en comparación con otras conducciones estudiadas en diferentes lugares del Imperio Romano.
No se sabe a ciencia cierta cuándo y quién lo construyó porque aún no ha sido descubierta ninguna inscripción que dé pistas de estos datos. “Pensamos que podría ser del siglo I antes de Cristo”, apunta el historiador de la UCA Lázaro Lagóstena. Entonces Cádiz era una ciudad “muy poderosa e influyente” y por eso se pudo decidir esquivar el problema de su abastecimiento de agua -sus manantiales eran muy salinos por la cercanía en el mar- con una obra civil que “sería impensable” en otras localidades de menos peso, subraya el coordinador del proyecto. Además de su función de abastecer de agua a Gades este acueducto contribuyó a la configuración y ordenación del territorio de la provincia de Cádiz. En el siglo XVII se intentó restaurar para abastecer a la ciudad de Cádiz.
El pasado mes de abril han sido presentados los resultados del proyecto AQVA DVCTA, un proyecto financiado con Fondos Europeos de Desarrollo Regional a través de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural. Durante los años 2014 y 2015, un equipo multidisciplinar de investigadores de la Universidad de Cádiz coordinado por del profesor Lázaro Langóstera Barrios ha ido realizando diversas actuaciones encaminadas a la investigación y difusión del acueducto romano de Gades: intervenciones arqueológicas, levantamientos topográficos, fotogrametría, analíticas de las costras calcáreas, prospecciones geofísicas, restitución virtual, acciones de difusión en redes sociales, creación de una plataforma web, jornadas de divulgación, proyectos educativos con centros escolares, …
El proyecto «Aqua Ducta» está desvelando nuevos datos de la construcción y el funcionamiento del acueducto romano de Cádiz pues los trabajos de campo de los investigadores de la Universidad de Cádiz (UCA) están localizando tramos y elementos que no se habían documentado con anterioridad, así como asentamientos romanos asociados. Los científicos de la UCA han descubierto en las inmediaciones de la fuente de captación cómo la galería fue protegida externamente por una cubierta plana de opus signinum, un hormigón hidrófugo, para facilitar el paso de la lluvia y escorrentías superficiales, como técnica preventiva que evitara daños y filtraciones en la conducción.
En la construcción del acueducto se emplean diversas técnicas de conducción del agua y una de las más complejas son los sifones, que permiten que el agua salve depresiones del terreno y recupere su nivel al otro lado, empleando el principio de los vasos comunicantes, han explicado desde la Universidad. En el valle de los Arquillos, el acueducto tenía que cruzar el arroyo salado de Paterna y se construyó un sistema de sifón que se desarrolla, por tramos, a lo largo de más de cuatro kilómetros.
Otro de los hallazgos se ha producido en la finca de las Piletas, con nuevas galerías del acueducto y derivaciones de la misma hacia una villa romana, «lo que demostraría que el acueducto daba servicio de agua a entidades rurales menores, con o sin el consentimiento de los magistrados gaditanos» para el aprovechamiento de esta aqua caduca, agua sobrante en momentos de abundancia hídrica; cuyo empleo podía ser permitido previa concesión por las autoridades de la época.
Ahora los investigadores quieren poner en valor este patrimonio olvidado para ser recuperado desde un punto de vista histórico, social y económico. El coordinador del proyecto Aqua Ducta, el profesor Lázaro Lagóstena, ha explicado que se trata de una iniciativa con la que el equipo multidisciplinar que ha investigado e investiga esta infraestructura quiere “sacar partido” de su conocimiento y devolver a la sociedad “la deuda” contraída con ella por haber podido estudiar este “ingenio” con dinero público.
Gregorio López Martínez. Cádiz
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(Publicado en elplural.com)

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