sábado, 30 de noviembre de 2013

Consumir con cabeza

 El Black Friday es algo así como el pistoletazo de salida de las compras navideñas y día en el que muchas tiendas y almacenes ofrecen descuentos. El Black Friday se inventó en Estados Unidos y, como alguien me dijo acertadamente, todo lo de allí llega a Europa al cabo de un tiempo. Y así está siendo, cada vez oimos más insistentemente que tal o cual comercio cercano a nosotros se suma a la “locura” del Black Friday. No quiero dejar pasar la ocasión para recordar que se puede consumir con cabeza. Es más, deberíamos siempre consumir con cabeza.

Consumir lo suficiente y necesario

No sé el porqué pero siempre me ha gustado la expresión “suficiente y necesario”, que tan a menudo utilizan los matemáticos. Creo que es perfectamente aplicable al hecho de consumir. Lo más ecológico, y económico, es solo comprar lo que verdaderamente necesitamos poseer. Ni siquiera todo lo que usamos porque para algunas cosa es más inteligente practicar el…

Consumo colaborativo

Esto del consumo colaborativo básicamente consiste en que un determinado objeto lo usen varias personas simultaneamente o de forma consecutiva. ¿Quién no ha prestado un libro a un amigo o ha pedido al vecino que le dejase una herramienta? El término consumo colaborativo es relativamente nuevo pero ya se ejerce desde hace mucho tiempo. Ahora lo que ocurre es que se ha expandido gracias a las nuevas tecnologías. Es más fácil compartir coche, casa o cualquier objeto o servicio. Aquí tienes el directorio más completo de sitios en internet que te ayudarán a practicar el consumo colaborativo.

Consume local

En este mundo globalizado ocurre que ya no sabes ni de donde procede lo que consumes. En muchas ocasiones hasta los objetos más cotidianos han recorrido miles de kilómetros. Sé que es complicado, pero en la medida de nuestras posibilidades consumir local significa mayor ecología y fomentar el desarrollo económico de nuestra comunidad.

Ecológico mejor

Esta´demostrado que los productos ecológicos cuidan el medio ambiente y nuestra salud. Mucho se habla del alto precio de los productos ecológicos, pero en numerosas ocasiones es un tema de prioridades. Nos escandalizamos por pagar 1 euro más por un kg. de garbanzos pero no nos tiembla el pulso con los casi 3 euros que cuesta un pequeño paquete de galletas super apetecibles, eso sí, cargadas de conservantes, colorantes y demás ingredientes nada sanos.

Comercio justo

Está muy bien consumir ecológico…¿pero que pasa con las condicones laborales de los trabajadores? Debería ser un tema primordial a la hora de consumir que los productos se hayan producido bajo unas condiciones socialmente justas. Tienes más información sobre comercio justo en la Coordinadora Estatal de Comercio Justo y en Fairtrade.

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