jueves, 12 de julio de 2012

La disimulada reforma electoral de Rajoy

De las muchas cosas poco agradables que ha anunciado esta mañana Rajoy, creo que es importante llamar la atención sobre una que tal vez pase, inicialmente, desapercibida, y que a mí me parece preocupante, aunque tal vez, por su componente populista, sea de las que menos contestación produzca. Con la excusa del ahorro, se propone reducir el número de concejales, en un 30%, en proporción al tamaño actual que tienen los ayuntamientos, que depende de su población. Sin embargo, aquí nos están dando gato por liebre, porque la reducción de gasto será probablemente muy pequeña, pero los efectos políticos de la decisión son muy importantes, haciendo el sistema electoral menos proporcional, favoreciendo el bipartidismo y reduciendo las posibilidades de que los pequeños partidos o agrupaciones vecinales formen parte de los ayuntamientos. Es decir, facilitando aún más que los que están dentro del sistema político, que tan bien han gestionado nuestro dinero, lo sigan haciendo sin control ni supervisión ni dar explicaciones a minorías peleonas.

Intentaré explicarme. El número actual de concejales por municipio es el siguiente:


HabitantesConcejales
Hasta 2505
De 251 a 1.0007
De 1.001 a 2.0009
De 2.001 a 5.00011
De 5.001 a 10.00013
De 10.001 a 20.00017
De 20.001 a 50.00021
De 50.001 a 100.00025

De 100.001 en adelante, un concejal más por cada 100.000 habitantes o fracción, añadiéndose uno más cuando el resultado sea número par. 

A falta de más concreciones, suponiendo que la reducción se aplique a todos los tramos de población, multiplicando el número actual de concejales por 0,7 y redondeando al número impar más próximo, el resultado de la reforma sería el siguiente:


HabitantesConcejales
Hasta 2503
De 251 a 1.0005
De 1.001 a 2.0007
De 2.001 a 5.0007
De 5.001 a 10.0009
De 10.001 a 20.00011
De 20.001 a 50.00015
De 50.001 a 100.00017

Podríamos hacer hipótesis sobre cómo aplicarán la norma a los municipios de más de 100.000 habitantes, pero de momento me voy a centrar en todos los demás (que son los que aportan la mayoría de los 68.000 concejales de España, claro).

La inmensa mayoría de esos concejales no cobran un sueldo, sino dietas por asistencia a plenos y comisiones. Es cierto que pueden ser absurdamente altas, como en el famoso caso de la junta de gobierno de Alcantarilla, que costó 1.750 euros en dietas para aprobar una subvención de 292,5 euros. Pero Rajoy ha anunciado también que se va a regular "la retribución" de los alcaldes y concejales, lo que perfectamente puede cubrir no solo los sueldos, sino también las dietas por asistencia a reuniones. De manera que si se regula que su remuneración (en sueldos o dietas) no pueda ser demasiado alta, la reducción de gasto de un pueblo, pongamos, de 8.000 habitantes, por pasar de 13 a 9 concejales sería muy pequeña.

El efecto político, en cambio, sería considerable. Con 13 concejales un partido que obtenga un 7,14% de los votos tiene garantizado al menos un concejal en el ayuntamiento, mientras que con nueve concejales ese porcentaje sube al 10%. En la práctica, esos porcentajes, calculados para la situación más desfavorable, no suelen ser necesarios, y se puede conseguir un concejal con menos votos. Pero siempre es más difícil cuantos menos concejales haya que repartir. Si los partidos pequeños se quedan sin concejales, estos se van a los partidos grandes, claro, que reciben un extra de representación, y que puede permitir que un partido con, pongamos, un 40% del voto, consiga la mayoría absoluta, gracias a que los pequeños partidos no entran en el reparto.

Un ejemplo cualquiera: Mojácar, en Almería. Su población cuando se tomó el dato para las elecciones de 2011 era de 7.745 habitantes. El censo electoral era de 5.247 personas, de las que votaron 3.607. Los votos válidos fueron 3.420, y el reparto de votos, porcentaje (de los válidos), y concejales por partido fue el siguiente:


CANDIDATURASVOTOSCONCEJALES
Color P.P.P.P.1.10639,30%6
Color U.M.10U.M.1055919,86%3
Color P.S.O.E. de AndaluciaP.S.O.E. de Andalucia31711,27%2
Color M.P.S.M.M.P.S.M.2258,00%1
Color MPMMPM1635,79%1
CE1545,47%
PA -EP-And1334,73%
IULV-CA1184,19%
UPyD270,96%


Con 13 concejales a elegir, entraron en el ayuntamiento cinco partidos, y el PP, con el 39,3% de los votos, quedó por debajo de la mayoría absoluta.

¿Qué hubiera pasado si sólo se hubieran elegido 9 concejales? Pues que el PP habría obtenido cinco concejales, UM10 dos, y el PSOE y MPSM uno cada uno, quedándose MPM sin concejal. Es decir, un partido menos en el ayuntamiento, y el partido ganador, con sólo el 39,3% de los votos, tendría la mayoría absoluta. 


[Actualización: he tenido mala puntería al elegir mi ejemplo y me cuentan en los comentarios que los resultados de Mojácar provisionales, que son los que he usado arriba, se alteraron ligeramente, de forma que en los resultados definitivos el PP sí consiguió los 7 concejales que dan la mayoría absoluta. La idea de fondo no se altera, claro, porque de lo que se trata es de que, con unos mismos resultados electorales, el partido ganador tiene más fácil conseguir la mayoría absoluta con 9 que con 13 concejales. Si queremos tener un ejemplo "real" con los resultados definitivos, manteniéndonos en pueblos pequeños, de unos 8.000 habitantes, podemos usar Es Castell, en Menorca, donde el PP, con el 42,85% de los votos, obtuvo 6 de los 13 concejales, repartiéndose los demás concejales entre otros cuatro partidos. Si los concejales fueran 9, el PP obtendría 5 concejales (mayoría absoluta) y el más pequeño de los partidos minoritarios quedaría fuera]


Multipliquen esto por miles de ayuntamientos y piensen si lo que realmente Rajoy busca con esta reforma es realmente reducir el gasto y "mejorar el control de las cuentas públicas", como ha dicho esta mañana. Para mí que no.


(Tomada de Malaprensa)

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