sábado, 20 de marzo de 2010

Automóvil compartido. Automóvil eléctrico. Nuevas prácticas de movilidad

París lleva un tiempo preparando su proyecto de coche de alquiler en libre servicio “Autolib’”, Suiza vive desde hace años el éxito de su programa “Mobility CarSharing”. Compartir automóvil es una práctica en auge en Europa. El automóvil, hasta hace muy poco símbolo del prestigio individual, ¿se estará convirtiendo en un medio de transporte colectivo?

19.03.2010, ladyverd.com

Compartirlo pero también comprarlo conjuntamente entre los miembros de una familia, urbanización o grupo de amigos. Según Anne Jarrigeon, experta en movilidad de la Universidad de París-Est, “Aún no podemos imaginarnos que se abandone este medio de transporte. Lo que se está viviendo en estos momentos es una redefinición de su uso y de su imagen como objeto individual”.

La ciudad de París y su alcalde quieren formar parte de la vanguardia en este tipo de proyectos. Por ello, el alcalde de la c
apital francesa, Bertrand Delanoë, sacó a concurso público el proyecto “Autolib’ ”, un parque de 3.000 automóviles eléctricos de libre servicio disponibles en 1.000 paradas o estaciones repartidas por toda la ciudad (300 de estas estaciones se instalarán en la periferia) y que estarán equipadas de bornes para la recarga de baterías.


El proyecto, que se basa en los mismos principios que el “Velib’ “, servicio de bicicletas de libre acceso nacido en 2007 y que contaba
con 200.000 abonados en su primer año de vida, estará operativo para el año 2011. Para hacer uso de este tipo de servicios, basta con inscribirse y pagar la cuota pertinente mediante una tarjeta de crédito. No es necesario reservar con antelación.

El proyecto “ Autolib’ “, abarca la ciudad de París y 27 municipios de la periferia. El usuario podrá tomar un vehículo en una estación y devolverlo en otra. El sistema estará operativo 7 días a la semana y 24 horas al día y pretende servir como complemento a los transportes públicos tanto en el ámbito urbano como en la periferia. Se prevé la implantación de un sistema de pago mediante abonos mensuales de aproximadamente 15 euros y un coste adicional de entre 4 y 6 euros por tramo de media hora de utilización. Este tipo de transporte pretende servir para desahogar el tráfico del centro de la ciudad y no para realizar trayectos relativamente largos.


La ciudad de Lyon, que también cuenta con un servicio de bicicletas de alquiler en libre servicio “ Velov’ “, implantó en 2003 su servicio de alquiler de automóviles a gasolina “Autolib’ ”. Este servicio difiere del parisino en que obliga al conductor a devolver el automóvil en el mismo punto donde lo recogió. Esta iniciativa se desarrolla a un ritmo progresivo adaptado a la demanda.

El sistema de la ciudad de Lyon recuerda al suizo “Mobility CarSharing”, cooperativa con sede en la ciudad helvética de Lucerna que registra un crecimiento anual de un 10% desde su creación y que en la actualidad cuenta con más de 90.000 afiliados. Un estudio realizado en 2006 por la Oficina Federal de la Energía (OFEN) pronosticaba 500.000 clientes potenciales en todo el país alpino. El sistema suizo es sencillo y eficaz: funciona 7 días a la semana y 24 horas al día. El cliente reserva el automóvil bien a través de internet o por teléfono para seguidamente recogerlo en unos de los 1.150 emplazamientos repartidos por todo el territorio, en general cerca de las estaciones de tren. Después, el cliente debe devolver el automóvil en el punto de recogida.

Los directores de “Mobility CarSharing” están considerando desde hace tiempo la implantación de un sistema que no obligue al usuario a devolver el automóvil en el punto de recogida, de forma que pueda realizar trayectos de un solo sentido. “ Gracias a nuestros convenios con varias agencias de alquiler de vehículos, ya proponemos trayectos únicos entre ciudades y al extranjero con condiciones ventajosas para los usuarios ”, explica Alain Barmettler, director de “Mobility CarSharing”. “En las ciudades, el sistema se encuentra con dificultades logísticas, ya que existe el riesgo de un reparto desigual de automóviles, en cuyo caso el cliente se vería perjudicado al no podérsele garantizar la reserva y la planificación de su trayecto. Sería necesario poner en marcha un sistema de remolque que supondría un gasto inviable para una empresa independiente como la nuestra”.

Compartir coche, “Car Sharing”, es la forma más lograda de este tipo de movilidad respetuosa con el medioambiente, económica y que satisface plenamente las necesidades del consumidor”, comenta Ernst Reinhardt, encargado del sector combustible de “Energía 200”, programa gubernamental suizo de apoyo al “CarSharing”. Según el estudio de la Oficina Federal de la Energía (OFEN), un 22% de los clientes de “Mobility” hubiera adquirido un vehículo de no haber existido el servicio.

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