miércoles, 4 de junio de 2025

Pedir ayuda y recibir balas

 Gregorio, conseguir ayuda humanitaria también te puede costar la vida en Gaza.


Ayer, al menos 27 personas murieron y decenas más resultaron heridas cuando las fuerzas israelíes abrieron fuego contra quienes esperaban la entrega de comida en Rafah, al sur de Gaza. El domingo ocurrió algo muy parecido: al menos otras 30 personas murieron en un ataque del ejército israelí cerca de otro punto de distribución de ayuda, también en Rafah.

En los últimos ocho días, estos ataques han dejado ya más de 100 personas muertas y casi 500 heridas.

Imagínatelo, Gregorio. No tienes comida, agua, medicinas. Te dicen que vayas a un lugar donde podrás conseguir algo de ayuda. Vas allí con la esperanza de poder alimentar a tu familia, aunque solo sea para unos días.
 
Y en lugar de recibir ayuda, te disparan.

El ejército israelí ha reconocido en un comunicado que dispararon contra “varios sospechosos que avanzaban hacia las tropas”. Dicen que hicieron “disparos de advertencia” y que no lograron que se retiraran.
 
Pero Gregorio, personas desesperadas que buscan ayuda humanitaria no son amenazas.

Son personas que solo quieren alimentar a sus hijos e hijas, que están luchando por sobrevivir en una crisis humanitaria extrema, al borde de la hambruna.

Por si esto fuera poco, hoy nadie recibirá ayuda humanitaria en Gaza. Los centros de la Fundación Humanitaria de Gaza, la entidad privada apoyada por Israel y Estados Unidos para gestionar la distribución de ayuda, no abrirá sus puertas.

Lo diré todas las veces que haga falta: en Amnistía seguiremos trabajando hasta que los responsables de los crímenes de guerra y el genocidio en Gaza rindan cuentas ante la justicia.

La ayuda humanitaria debe llegar. El genocidio no puede continuar.

Gracias, una vez más y siempre, por no mirar hacia otro lado. El mundo necesita más personas como tú, Gregorio.


No hay comentarios:

Publicar un comentario