I Conferencia Española de Carsharing: el análisis de un modelo de negocio en movilidad sostenible con presente y futuro. |
A. Pérez - ECOMOVE.es - 19/04/2011 |
La conferencia fue organizada por la Fundación Mobilitat Sostenible i Segura, FMSS, con el apoyo del IDAE y de la Comisión Europea a través del programa Intelligent Energy, Steer. En la apertura, Pau Noy, representante de la FMSS, explicó de forma detallada los fundamentos y objetivos del proyecto MoMo Carsharing (more options for energy efficient mobility through Carsharing) y el apoyo que recibe de los fondos de la Comisión Europea.
Los retos del carsharing
El carsharing es una opción de movilidad sostenible que busca la interoperatividad entre sistemas de transporte público colectivo, como el autobús o el tren, con el uso de un vehículo (coche, moto o incluso, bicicleta) que permita completar las necesidades de desplazamiento del usuario, optimizando los recursos a su alcance de la forma más eficiente y ecológica posible.
Para ello, el carsharing se concibe como una fórmula empresarial que se basa en la siguiente estructura:
- Una empresa gestiona una flota de vehículos. En este sentido, las variables se dan por
- el tipo de vehículo (coches, motos, bicicletas, segways…) y por
- la fórmula para disponer de ellos:
- adquisición de flota propia
- sistema P2P (peer-to-peer o red de pares), por el que usuarios particulares optimizan el uso de su coche y lo ceden a una plataforma que gestiona su alquiler cuando el propietario no lo utiliza
- Los pone a disposición de sus clientes
- Con una operativa ágil, flexible y adaptable
- Basada en las nuevas tecnologías por medio de plataformas en internet y a través de aplicaciones operables con ordenadores, teléfonos móviles, etc.
- Que permite una alternativa real a la posesión de un vehículo para uso privativo
- Y cuyas tarifas se basan en horas de uso y quilómetros recorridos
De este modo, el carsharing ofrece:
- Una movilidad más racional, basada en la intermodalidad, al integrar transporte público y privado.
- Un ahorro en costes económicos directos para el usuario, que evita la inversión en un vehículo privado, con todos los gastos que su adquisición y mantenimiento (combustible, aparcamiento, revisiones…) conlleva y que acabará infrautilizando, y en costes medio ambientales evitados, por cuanto contribuye a reducir
- las emisiones de CO2 al promover el uso de transportes colectivos,
- la intensidad del tráfico (un vehículo de carsharing equivale a entre 6 y 9 vehículos particulares) y por tanto,
- el espacio público ocupado.
- Cuando se compara con la utilización del servicio de carsharing, no resulta rentable, ni desde un punto de vista económico, ni de eficiencia energética ni medio ambiental, adquirir un vehículo privado si se realiza con él menos de 1.000 km al mes.
- No obstante, el servicio de carsharing es la llave de un comportamiento multimodal en movilidad que implica una oferta adicional de transporte público interoperable, pues ambos sistemas, vehículos colectivos y vehículo de uso privado, no cubren de forma aislada, por lo general, todas las necesidades de movilidad del usuario.
- El carsharing entronca muy bien con los objetivos de reducción de consumo de combustible en una época convulsa y en un país eminentemente importador de esta materia, como es España, pues algunos estudios señalan que los usuarios de carsharing reducen hasta en un 55% la media de combustible que consumen respecto a propietarios de vehículos.
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