El PP patrocina un nuevo espectáculo en el Congreso
El partido de Alberto Núñez Feijóo trata de explotar sin éxito la división de los socios con el Gobierno para adelantar la comparecencia de Sánchez
- Los gritos de Miguel Tellado se colaban en la señal interna del Congreso a pesar de que llevaba un minuto con su micrófono apagado. “¡Lea el artículo!”, repetía a voces mientras agitaba en el aire un libro con el reglamento de las Cortes. La presidenta de la Cámara, Francina Armengol, reacia a aplicar sanciones a los diputados, llamó al orden al portavoz del PP después de dos minutos de reproches desde su bancada, sin haber recibido el turno de palabra. Apenas comenzaba el pleno de la semana y el principal partido de la oposición ya había conseguido reventarlo.
El lío había comenzado unas horas antes, pero esta vez en privado, en la reunión que mantienen los martes los grupos en la Junta de Portavoces. Es un encuentro que hasta el ascenso de Tellado a la política nacional solía ser distendido, una suerte de trámite para acordar el orden del día del pleno y solucionar algunas cuestiones de intendencia parlamentaria. Pero el portavoz del PP interviene como si estuviera allí, según todas las fuentes consultadas, como lo hace en la tribuna. Ya lo han normalizado pero esa costumbre sorprendió al inicio de la legislatura a los compañeros del resto de partidos.
Este martes, una vez abordados los puntos del orden del día en la Junta, en el turno de ruegos y preguntas, la secretaria general del Grupo Popular, Macarena Montesinos, tomó la palabra para acusar a Armengol de haber mentido sobre el empresario Víctor Aldama, imputado en el caso Koldo. “Es una vergüenza que mienta, usted conocía a Aldama”, le dijo a Armengol. El reproche irritó al portavoz socialista, Patxi López, que le recordó que aquello no formaba parte del orden del día y le pidió que respetara el reglamento.
“A ver si vas a tener tú un reglamento diferente al resto”, le espetó Tellado. “Mi reglamento empieza en la educación y el respeto”, replicó el socialista. El portavoz del PP siguió levantando el tono hasta que López dio la reunión por terminada: “Da igual, no tiene sentido”. No es el primer encontronazo que protagonizan ambos portavoces y tampoco la primera vez que un diputado se levanta ante los insultos de Tellado. Según fuentes presentes en estas reuniones, el antiguo portavoz del PNV Aitor Esteban ya lo hizo en alguna ocasión durante la legislatura.
El PP quiere aprovechar el Congreso para complicar aún más las cosas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, muy tocado después de la publicación del informe de la Guardia Civil que coloca al ex secretario de Organización socialista Santos Cerdán en el centro de una supuesta trama de corrupción en contratos de obra pública. El caso afecta también de lleno al exministro de Transportes José Luis Ábalos y a su antiguo asesor, Koldo García.
En la Junta de Portavoces de este martes se debatía la comparecencia de Sánchez en el Pleno. Aunque el presidente acudirá a petición propia, varios grupos parlamentarios habían pedido formalmente que diese explicaciones en sede parlamentaria. El problema son los tiempos: tanto el PP como los socios quieren que sea cuanto antes pero Sánchez alega problemas de agenda por sus compromisos internacionales para hacerlo antes del 9 de julio.
El partido de Alberto Núñez Feijóo intentó en la reunión de los portavoces explotar el enfado de los socios con el Gobierno tras un escándalo por corrupción que ha dejado tocada la confianza del bloque de investidura con Sánchez. El PP pidió modificar el orden del día del pleno de esta semana para incluir en él la comparecencia del presidente, una operación, la del cambio de cronograma, que necesita un apoyo unánime de los grupos.
Aunque Tellado vendió en rueda de prensa que varios socios habían apoyado su petición, la realidad es que solo Esquerra Republicana secundaba los planes del PP. El PNV, EH Bildu y Sumar defendieron en la Junta que el presidente acuda cuanto antes pero aceptando que lo haga en función de una agenda que en las próximas semanas está llena de eventos: una reunión de la ONU en Sevilla, la cumbre de la OTAN en La Haya y el Comité Federal del PSOE, más tarde. La comparecencia irá en un pleno extraordinario el 9 de julio.
El portavoz del PP no se conformó con la decisión y anunció a la salida que pediría a la Mesa del Congreso la convocatoria de una nueva reunión de la Junta para abordar la solicitud de un pleno adicional esta misma semana, el jueves, al finalizar la sesión ordinaria. La jugada tiene poco recorrido porque aunque la Cámara Baja solicite la comparecencia del presidente, el procedimiento habitual es que sea en función de su agenda.
Los aspavientos de Tellado no se quedaron en la rueda de prensa. Los gritos al comienzo de la sesión de este martes buscaban forzar un cambio en el orden del día por otra vía. “Acabamos de registrar un escrito los diputados del Grupo Popular, más de una quinta parte de los miembros de esta Cámara, hace apenas unos minutos, solicitando que el Pleno de la Cámara en virtud del artículo 68.1 se pronuncie sobre una modificación del orden del día de este Pleno”, anunció el portavoz en un breve turno de palabra concedido ad hoc por Armengol.
La presidenta le reprochó querer modificar el orden del día después de que el asunto hubiese sido rechazado en la Junta de Portavoces apenas unas horas atrás y que el reglamento no solo se aplica siguiendo su literalidad sino las “costumbres y normas de la casa” que han optado habitualmente por descartar las modificaciones de un Pleno ya en curso para “salvaguardar los derechos de los diputados”. El debate jurídico sobre el reglamento en cualquier caso, reconocen fuentes parlamentarias, no tiene ningún recorrido puesto que el objetivo del PP de llamar a Sánchez esta misma semana no iba a cumplirse en ningún caso.
Es un episodio similar al que ha protagonizado el principal partido de la oposición en otras ocasiones esta legislatura, ahora envalentonado con las noticias sobre el caso de Santos Cerdán que acechan al Gobierno. El jueves pasado, mientras los medios publicaban el informe de la Guardia Civil, la bancada popular estalló varias veces en gritos de “dimisión” hacia el entonces todavía secretario de Organización del PSOE. La corrupción que afecta al Gobierno de Sánchez da aire a un nuevo espectáculo del PP.
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