El presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, José Luis Blanco, y la presidenta de la Diputación Provincial de Cádiz, Irene García, han suscrito hoy un protocolo de colaboración entre ambos organismos para analizar la viabilidad de convertir el Puerto de Cádiz en puerto base de embarque y desembarque de cruceros.
Para ello, el organismo portuario sacará a concurso público en las próximas semanas el pliego de bases para la contratación de un estudio de mercado en el que se analicen las posibilidades de Cádiz de se puerto base y las necesidades en materia de infraestructuras, servicios y promoción que ello acarrearía.
Según ha explicado José Luis Blanco, el estudio estaría dividido en 2 fases. La primera sería unestudio de mercado y una valoración del impacto económico y la segunda fase sería eldesarrollo del plan en sí.
A través de este acuerdo, la Diputación de Cádiz se compromete a financiar el 25 por ciento del coste del estudio, que está valorado en 60.000 euros. Se contempla la participación de otras administraciones, como el Ayuntamiento de Cádiz, que también contribuiría con el 25 por ciento. La Autoridad Portuaria asumirá el 50 por ciento restante.
La presidenta de la Diputación ha destacado que este protocolo se engloba en una estrategia general de apoyar a los sectores estratégicos de la provincia para fomentar el desarrollo económico y el empleo, como es el del turismo. Además ha subrayado que las importantes cifras de tránsito de buques y personas que experimenta el Puerto de Cádiz hacen que la Diputación quiera participar desde el inicio en este proyecto, que puede redundar en una mayor generación de riqueza para el conjunto de la provincia.
El presidente del Puerto, por su parte, ha recordado el impacto económico que ya tiene este tráfico en la economía del entorno. El año pasado, lo más de 411.000 pasajeros aportaron más de 17 millones de euros a la economía de la Bahía.
En este sentido, Blanco ha aludido a un reciente estudio realizado por la Universidad de Barcelona sobre el impacto del turismo de cruceros en la capital catalana, que apunta que esta actividad genera 796 millones de euros en Cataluña y aportan 413,2 millones anuales al PIB catalán.
El gasto medio por crucerista en el caso de puerto base asciende a 200 euros y cada crucero que hace escala en el Puerto de Barcelona, que hay que recordar que es el primero de Europa en este tráfico, genera de media una facturación total de un millón de euros, contribuye con medio millón de euros al PIB de Cataluña y aporta 200.000 euros en impuestos.
El estudio tiene un plazo de ejecución de seis meses y se espera poder contar con los primeros resultados en el primer trimestre del próximo año.
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