Comunidades urbanas de todo el mundo unen sus fuerzas en el marco de esta iniciativa para crear una red de ciudadanos que trabajen para promover la cultura de la paz.
La iniciativa “International Cities of Peace” (ciudades internacionales de la paz) se basa en una serie de resoluciones adoptadas por Naciones Unidas que exigen el respeto de los derechos humanos, la democracia y la tolerancia, el desarrollo sostenible, la educación por la paz, el libre intercambio de información, la igualdad de género y el desarme. Estas áreas tan fundamentales se convirtieron en la base del Programa de Acción adoptado por la Asamblea General de la ONU en 1999.
Desde su creación en 2009, esta iniciativa ha hecho posible que más de 20 ciudades de todo el mundo formen parte de la red de Ciudades Internacionales de la Paz. La misión de esta organización es estrechar contactos y proporcionar recursos a los líderes electos, a los ciudadanos y a las organizaciones en general que deseen promover la paz.
Las ciudades miembros se dividen en varias categorías. Pueden ser lugares donde se ha firmado la finalización de una guerra a través de un tratado – como es el caso Dayton en Ohio (Estados Unidos) en donde los Acuerdos de Paz de Dayton pusieron fin a la guerra de Bosnia. O pueden ser lugares que sean importantes para el mantenimiento de la paz mundial, como La Haya, en Holanda, sede de la primera Conferencia Mundial de la Paz en 1899.
Asimismo, también hay cabida para ciudades que acogen la celebración de prestigiosos premios pacifistas como Oslo, en Noruega, donde cada año se hace entrega del premio Nobel de la Paz. Los lugares destruidos por las guerras que están utilizando estas tragedias para formar y educar a la población también forman parte de esta red, como es el caso de Hiroshima y Nagasaki, en Japón. Otros participantes incluyen lugares en los que se fomenta la paz a través de museos, parques, exposiciones, campañas y festivales culturales, como es el caso de Manchester en el Reino Unido o Guernika en España.
“No importa cuál sea la nacionalidad, la cultura, la fe o la creencia de una persona, todo el mundo quiere una vida más pacífica para sus hijos y sus familias”, dice el director de la organización, J. Fred Arment. “Esto permite conectar con unos valores de consenso con los que todo el mundo se identifica, y a través de los cuales podemos encontrar muchos puntos en común: seguridad, prosperidad y calidad de vida.”
Más informacion: www.internationalcitiesofpeace.org
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