En agosto del año 1997 publiqué un artículo en la prensa local en el que exponía la relación y continuidad entre la iniciativa que esos
tiempos propiciaba la ¡Fundación Por el Futuro de la Bahía de Cádiz! de lograr
la declaración de la ciudad de Cádiz como Patrimonio de la Humanidad y el Plan
Cádiz 2000. Con las necesarias adaptaciones repito aquel artículo que
decía así:
"En los primeros años de la década de los
noventa, el Ayuntamiento de la ciudad de Cádiz y su Alcalde, el socialista
Carlos Díaz Medina, desde las primeras elecciones municipales democráticas, año
mil novecientos setenta y nueve, comprometieron a entidades y asociaciones
ciudadanas y a otros agentes económicos y sociales, más de doscientos, a diseñar
lo que se llamó el Plan Cádiz 2000.
En la inicial Declaración de las
instituciones miembros del Comité Ejecutivo del Plan Cádiz 2000, al
definir la metodología de trabajo y los objetivos que se pretendían, se decía: "El
Plan Cádiz 2000 nos proporciona un diagnóstico de la ciudad y su entorno en el
marco de las transformaciones sociales y económicas, un proyecto consensuado
sobre el futuro de la ciudad a la vez posible y deseable y los principales
objetivos a alcanzar y las estrategias a seguir alcanzarlo en el horizonte del
año 2000".
Efectuado el Diagnóstico de la ciudad,
en el que se recogieron la opinión que los agentes de la ciudad tenían
de la misma y el análisis económico y social de la ciudad, se formulaban
más tarde la definición del Objetivo general, las líneas estratégicas que
la ciudad: sus agentes institucionales, empresariales, sindicales, vecinales...
deberían proponerse conjunta y solidariamente.
La tercera línea estratégica recogía
Cádiz: Capital cultural y turística. Dentro de ella, como temas
importantes se proponía: 1)
Turismo: El mundo turístico de Cádiz; 2) La capitalidad cultural; 3) Las
infraestructuras de acogida. Y al detallar dentro de sus objetivos algunas
de las acciones a emprender encontramos algunas como éstas: "Proteger
el Patrimonio Artístico-Cultural de la ciudad" o "Potenciar
los recursos culturales de interés turístico" o "Difusión del
Patrimonio Histórico-Artístico" o Potenciación del Patrimonio
Arqueológico".
Cuando en la FUNDACIÓN ¡POR EL FUTURO
DE LA BAHÍA DE CÁDIZ! recogíamos y
asumíamos la iniciativa de solicitar
la declaración de ¡Cádiz, Patrimonio de la Humanidad! -que se había
estado tratando, con escasos resultados prácticos, en el Ayuntamiento y que
afloraba de nuevo en la opinión pública-, y la reavivábamos con la decisión de
llevarla a buen término, no sólo estábamos dando respuesta a los fines
fundamentales por los que habíamos constituido la FUNDACIÓN ¡POR EL
FUTURO DE LA BAHÍA DE CÁDIZ! y que están recogidos en sus Estatutos
("Son fines de la Fundación: promover la solidaridad entre los
ciudadanos de los Municipios de la Bahía de Cádiz, entre sus asociaciones y
entre sus instituciones públicas; contribuir a su desarrollo integral; colaborar en la conservación y
utilización racional de sus recursos naturales y patrimonio histórico y
fomentar el empleo y la formación cultural"). Éramos conscientes
también de que con la actividades que emprendiéramos y desarrolláramos para
conseguir de la UNESCO la inclusión de la ciudad de Cádiz en la Lista del
Patrimonio Mundial estábamos también ejecutando uno de los Objetivos
principales, una de la líneas estratégicas que había sido colectivamente comprometida en
el Plan Cádiz 2000 para el
desarrollo y el progreso económico y social de la ciudad.
Hasta aquí el artículo publicado en agosto de
1997.
Cuando ahora retomamos y pretendemos relanzar
la iniciativa para que la ciudad de Cádiz, su recinto histórico amurallado, esa
“ciudad americana en Europa”, sea reconocida por la UNESCO como un Patrimonio Mundial
queremos contribuir a dotar a los gaditanos de un proyecto común y solidario
para el futuro de su ciudad en la convicción de que la conservación y rehabilitación del pasado de la
ciudad es también en este caso una eficaz respuesta para construir su futuro.
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