La Flotilla Global Sumud es detenida

 

Gregorio, han interceptado al menos 21 barcos en aguas internacionales y detenido a sus tripulantes cuando estaban a punto de alcanzar la costa. Son más de 40 embarcaciones con unas 500 personas a bordo (activistas, defensoras y defensores de los derechos humanos, políticos y periodistas) que llevan alimentos, medicinas y ayuda humanitaria para la población gazatí. Su único objetivo es ayudar a quienes más lo necesitan. Pero Israel no lo permite. Ignora el grito global que exige un paso seguro hacia Gaza. Una muestra más de la impunidad con la que sigue cometiendo este genocidio. Y no sorprende, Gregorio. Llevamos casi dos años siendo testigos: viviendas bombardeadas, ciudades y familias enteras borradas del mapa y casi dos millones de personas obligadas a huir. A todo esto se suma el hambre, utilizada como arma de guerra. Más de 400 personas han muerto de inanición, entre ellas 101 niños y niñas. Gaza está muriendo de hambre.  Mientras tanto, Donald Trump ha presentado un plan de “paz” para Gaza que ignora los derechos humanos, no menciona el fin de la ocupación ilegal ni el apartheid impuesto por Israel. El mensaje es claro: mientras los Estados sigan brindando apoyo incondicional a Israel, este se sentirá con vía libre para continuar con la muerte, la destrucción y la represión, no solo contra la población palestina, sino también contra quienes se solidarizan con ella. Por eso desde Amnistía no nos rendimos. Cada denuncia, cada prueba recogida, cada firma y cada voz que se alza sirven para exigir justicia y rendición de cuentas. El genocidio en Gaza debe parar ya. Por las más de 66.000 personas que han muerto y por quienes aún resisten. Gracias por no mirar hacia otro lado, Gregorio.   Carlos de las Heras Responsable de la campaña sobre derechos humanos en Israel y Gaza en Amnistía Internacional España