Desde hoy desaparecen los recargos por itinerancia (roaming) y todos los europeos podrán utilizar el móvil en otro país de la UE pagando lo mismo que pagarían en casa.
Los ciudadanos europeos que viajen a otro país podrán hacer uso de los servicios de telefonía móvil manteniendo la tarifa de su país de origen, sin cambios de precio. Así, se produce una destacada rebaja en el precio del megabyte, que en 2007 rondaba los 6 euros.
“El fin de las tarifas de itinerancia representa la recuperación de la libertad de los ciudadanos de viajar, de sentirse en casa, de no tener que pagar por cruzar una frontera, y poder considerar Europa como su hogar”, señala la eurodiputada popular luxemburguesa Viviane Reding, hablando sobre la batalla que inició hace una década, cuando era comisaria europea de Sociedad de la Información y Medios.
El Parlamento Europeo, por ejemplo, intervino para lograr que el tiempo que un usuario pasa fuera del territorio nacional no se vea limitado a una duración específica, sino que se aplique el principio de “uso razonable”. Para evitar abusos, como la suscripción de un contrato en un país con precios más baratos para usarlo en otro país, los operadores podrán reclamar recargos adicionales si detectan un uso en el extranjero que supere al nacional.
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